En el XXX Congreso de Canela, celebrado en la universidad Doshisha de Kioto en mayo de 2018, la profesora Kazuko Yonekawa y yo presentamos una comunicación en la que resumimos nuestra experiencia compartiendo un semestre con un grupo de nivel A2-B1 en la Universidad Sofía.
Nuestro proyecto -apoyado en un marco teórico sólido- constaba de dos partes: la primera, sobre la cual versó nuestra presentación, consistió en crear una comunidad de práctica docente. La segunda parte, que no se pudo llevar a cabo por los problemas de salud que tuve, habría consistido en tratar de crear una comunidad de práctica entre el alumnado. Esta segunda parte queda pendiente, pues.
Las conclusiones son alentadoras, aunque parciales. Haría falta ahondar en la idea con más estudios.
A través de esta investigación en acción conjunta, afirmamos, una vez más, la importancia de la colaboración entre los docentes que comparten curso, independientemente de su procedencia o lengua materna de origen, para crear una comunidad de aprendizaje en la que el aprendiz pueda percibir inclusividad tanto de la lengua como de las personas.
Además hemos tenido unos momentos valiosos de reflexión sobre la labor docente y la importancia de constante renovación de nosotras mismas.
Tanto la profesora Yonekawa como yo, somos conscientes de la dificultad que esta forma de trabajo conlleva, pero animamos a otras y otros colegas a tratar de intentarlo.
Esperamos publicar nuestra investigación para que esté a disposición de todo el mundo.