Para las personas que aman la cultura japonesa no contaré nada nuevo. Para otras, quizá, sí. Yo había oído hablar de los cerezos en flor (sakura), de que hay un momento especial para verlos en plena floración (mankay). Había visto imágenes… Pero este año he tenido la suerte de vivirlo. Hoy, domingo, la gente, en familia, en grupos de amigos se pertrechan de una especie de lona que instalan bajo los cerezos y comen y beben con alegría (hanami).
Ayer hizo un día gris y bastante fresco y pensé que hoy mi primer hanami se iba a malograr. Pero no. Amaneció a eso de las 5 y ya se veía un cielo azul, lleno de buenos augurios.
Ayer hizo un día gris y bastante fresco y pensé que hoy mi primer hanami se iba a malograr. Pero no. Amaneció a eso de las 5 y ya se veía un cielo azul, lleno de buenos augurios.
Había quedado con una amiga y un amigo a la entrada del parque de Inokashira. Nos encontramos a pesar del montón de gente que tenía la misma intención que nosotros. Y el espectáculo ha valido la pena. Aquí van unos ejemplos del gentío y de la belleza.
Si os sorprenden unas estatuas que recuerdan a budas pequeños, es que no lo son: se llaman jizo y se dedican a los niños y niñas muertos prematuramente (antes de nacer).
Mañana presentación oficial y orientación al alumnado de primero. Y el 11, a curraaaar.
Estimada Concha:
Sí que se ha ido usted lejos. Muy interesantes sus entradas. Saludos.
Alejandra
Preciosas fotos y maravilloso poder leer lo que nos cuentas acerca de ellas. Un abrazo.
Gracias Alejandra y Ali. Sí, estoy lejos y muy contenta con tod lo que estoy viviendo.
Un abrazo 🙂