A través de los mensajes de las redes sociales y por medio de las conversaciones con amigas, me doy cuenta de que los Reyes Magos es una tradición muy fuertemente arraigada a la que no ha desplazado Papá Noel. Como decía en facebook, desde la ventana de la cocina he visto desfilar la otra cabalgata, la de los pajes que llevan regalos de parte de sus majestades a la famila . Sé que algun@s amig@s cenaron anoche con toda su familia manteniendo esa tradición desde siempre. Hoy, otras desayunan con los suyos.
Anoche en el pueblo los niños y niñas vestidos de pastores, y alrededor de la candela, ensayaban en la calle lo que les dirían a Melchor, Gaspar y Baltasar cuando llegaran. Estaban emocionad@s.
Tengo que reconocer que me ha entrado un puntito de nostalgia por esas noches mías en las que fingía dormir y esperaba bajo las mantas verlos entrar por la ventana a dejarme en los zapatos, bien brillantes, algo de lo que les había pedido. Y siempre había algo. Quiero rendir homenaje a mis abuelos y a mi tía, que fueron mis reyes magos particulares. A pesar de que no siempre había con qué, ell@s lograban hacer magia, hasta ese día en que la realidad entró por la puerta. Gracias por esos años, por ese cariño y esos regalos.