“Ética para Celia. Contra la doble verdad”. 8 de marzo de 2022

Acabo de terminar este libro de la filósofa Ana de Miguel y me gustaría transcribir, sin más, todo lo que he subrayado.  Como eso es imposible, elijo algunas citas y reflexiono sobre ellas. Empiezo por el título y copio lo que ella misma dice: “Ética para Celia es un libro para chicas si y solo si Ética a Nicómano [de Aristóteles] es un libro para chicos. Este es un libro para todo el mundo; es más, diría que se trata, sobre todo, de un libro para chicos y hombres como usted. Para que, de una vez por todas, adopten una posición moral y se pongan en el lugar de las mujeres”.

Destaco de estas primeras páginas las aclaraciones que hace Ana de Miguel sobre lo que significa la ética.

Sigo citando: “La ética trata del tema fundamental de tu vida (…), de la gran aventura que es dar sentido a la vida, de cómo vivir una vida buena. […].

“La ética investiga cómo se formulan los juicios morales, qué características tienen frente a otros tipos de juicios. […] Los juicios morales son aquellos que requieren imparcialidad, neutralidad, es decir, exigen poner los afectos entre paréntesis […]”. Y los grandes filósofos reconocidos por la Historia han sostenido, siglo tras siglo, que las mujeres no podían formar juicios imparciales y por eso NO PODÍAN SER SUJETOS MORALES. De este modo se las ha apartado -hasta hoy en algunos lugares- de la vida pública. Siglos y siglos de prohibiciones y sometimiento dejan huella en nuestras creencias, en las de las mujeres también.

Es muy importante señalar que el feminismo no niega que haya niños y niñas, lo que niega es que haya formas específicas de serlo. El problema es cómo se etiquetan las diferencias entre niñas y niños y la importancia que se da a esa manera de ser distinta: lo importante es masculino, lo insignificante es femenino (Amelia Valcárcel).

Seguimos leyendo y nos remontamos de la mano de nuestra filósofa hasta la mitología griega. En ella es muy importante la figura de los héroes. “Héroes eran los que protegían la vida de la comunidad, pero luchando, no cuidando. […] nos preguntamos con Simone de Beauvoir “por qué la humanidad ha valorado más al ser que quita la vida, al guerrero, que al ser la da, la mujer”. Ana de Miguel añade que “el célebre “ponte en su lugar” de le Ética tiene que incluir también y necesariamente el “ponte en el lugar de que no existirías si no hubiera personas que se han dedicado a cuidarte”. Tal vez debería incluir, además: “ponte en el lugar de las personas que te han cuidado”.   

Repasa de Miguel los libros fundacionales de la cultura occidental que están llenos de guerras, traiciones, muerte, violaciones y se pregunta por qué han alcanzado esa importancia en el imaginario colectivo. También se pregunta por qué molesta tanto a quienes no quieren renunciar a sus privilegios que se haga una lectura crítica de ese pasado “glorioso”.

Alexandra Kollontai, citada en este libro, dijo: “El saber de las antepasadas de nuestras madres les era ajeno a sus compañeros, que salían de caza o a la guerra o se consagraban a otras actividades que exigían fuerzas musculares particulares. No tenían tiempo, simplemente, para dedicarse a la reflexión o la observación atenta”.

En fin, ya he dicho al principio que lo comentaría todo. Pero volveré sobre este libro, que recomendaría vivamente a cualquiera que quiera ver desde otras perspectivas las creencias admitidas como universales.

Termino con dos preguntas personales: ¿Cómo reaccionarían quienes estén leyendo esta reflexión-homenaje si les hubieran prohibido durante siglos salir de sus espacios dentro de sus casas, si se les hubiera llamado brujas/brujos cuando demostraban saber curar (cuidar) a los demás? ¿No habrían reaccionado como el esclavo Espartaco y habrían roto cadenas, incluso a riesgo de morir en una cruz, quemadas en una fábrica textil o arrolladas por los caballos pidiendo el derecho a votar?

Y termino con esta frase de Hipatia que demuestra por qué es tan importante que la mitad de la población alcance y haga oír su voz sin que nadie la excluya por su género. Quien influye en el pensamiento de su tiempo, influye en todos los momentos que le siguen. Deja su opinión para la eternidad.

  

7 comentarios en «“Ética para Celia. Contra la doble verdad”. 8 de marzo de 2022»

  1. Marcela Fritzler

    Muchas gracias por tu recomendación, por invitarme a leerla. ¿Por qué será que los líderes que llevan a la guerra son la mayoría o casi todos hombres?
    Sigo, a pesar de mi fuerte contexto social, protegiendo la vida, buscando espacios para intercambio entre los pueblos, ofreciendo trabajo como pilar para la dignidad. Y tratando de convencer que ¡ya basta!
    La lengua como vehículo.
    Por ejemplo, un bonito proyecto de Dr. Amani Jaber CEO S.O.L Language School and sociolinguist, en Tayibe,

    1. Concha Moreno García Autor

      No puedo estar más de acuerdo contigo, Marcela.
      Si las personas escucharan más y conocieran más a sus interlocutores… Yo propongo la lectura de “Identidades asesinas” de Amin Maalouf para mostrar cómo la lengua del otro, si la conozco, me ayudaré a comprenderlo.
      Gracias por pasarte por aquí.
      Un abrazo,

  2. L.Luis Delgado Conde

    Muchas gracias por recomendar este libro. Me lo apunto. Quizás me ayude a entender que la doble moral en la sociedad no es nada más que la doble verdad.

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