Imagino que esta es una pregunta que nos hacemos todos al terminar un curso, incluso al terminar una clase. Pero cuando alguien está implicado en su docencia y se preocupa no solo por llevar hasta el final los contenidos del currículo sino también por transmitir el deseo de seguir aprendiendo, de que busquen estrategias propias, de ayudar a que piensen, a que imaginen, a que tengan su propia voz, esa pregunta se vuelve acuciante porque en la consecución de ese deseo a menudo nos salimos de los caminos trillados y eso, en algunos contextos desazona, produce inquietud. Pero el riesgo vale la pena cuando tras asistir a la graduación de tus alumnos y alumnas, recibes mensajes privados como estos.
Nunca olvidaré los momentos contigo. Muchísimas gracias Concha, no solo nos enseñaste español. También lo que importa en nuestra vida! Me encantó tu clase!!!!
Me emocionó mucho tus palabras en la ceremonia de graduación. He aprendido muchísimas cosas de ti. Siempre eres como el sol y nos ensiendes con tu sonrisa y palabras positivas.
Gracias, Concha, no olvidaré tu consejo: “imaginad siempre”.
Nunca olvidaré el primer día de tu clase cuando era estudiante de primero. Al principio, no me confié y estaba preocupada si pude entender lo que dices. Pero, poco a poco, pude disfrutar tu clase y creí, ¡qué divertido estudiar español y qué interesante la gente y la cultura de español!
Me alegro mucho de que haya encontrado una buena profesora como tu y nunca olvidaré lo que me enseñaste.
Ser profesora sigue siendo un motivo para levantarse cada mañana aunque haya días de desánimo y de ganas de tirar la toalla.
Gracias chicas, gracias chicos, por ser una parte de mi motivación.
Me encanta, ojala todos los estudiantes tuvieran esos sentimientos hacia todos sus profesores…cuánta responsabilidad hay en la docencia…
Gracias, Ángela, por escribirme aquí. Sí, ojalá los tuvieran. Yo añado otro ‘ojalá’ y es que teniéndolos, ojalá los expresaran. Pero al menos algunos estudiantes se han lanzado a escribir, a dejar constancia de ellos y yo se lo agradezco infinito.
Qué hermoso lo que cuentas!!, sin duda es una gran satisfacción leer ese tipo de mensajes de parte de tus alumnos.
Para los profesores que te seguimos, también es un estímulo y una prueba más que nos hace ver que la enseñanza de español en Japón, también puede hacer una diferencia en los estudiantes. Muchas gracias por compartir tus experiencias .
Gracias, Adiene, por tus palabras. Como bien sabes, creo firmemente en que se puede cambiar algo aunque sea poco y aunque cueste mucho. Pero repito lo que digo siempre: “Más vale encender una vela que maldecir la oscuridad”.