Fuera estereotipos. El alumnado japonés puede usar la imaginación en clase

Escribí esta entrada el mismo día, al terminar la clase, pero no he tenido tiempo de colgarla hasta hoy.

Me siento en la obligación de escribir esta entrada en homenaje a mis chicos y chicas de segundo curso.

Cuándo llegué a TUFS tuve a mis primeros estudiantes de primer curso (perdón por la obviedad), pero también a los primeros de segundo, tercero y cuarto.
Los estudiantes de primero me parecieron maravillosos, llenos de curiosidad y ganas de aprender. Todo dependía de si sabíamos o no mantener esas ganas iniciales.
Los de segundo, en cambio, habían perdido parcial o totalmente el entusiasmo -salvo algunas excepciones-. Todo dependía de volver a motivarlos. Los de tercero empezaban a buscar trabajo y por eso faltaban a clase más de la cuenta, pero eso lo permite el sistema. Para compensar esto, en mis clases de conversación tenían muchas tareas de participación y un examen oral grabado para que se esforzaran en hablar lo más posible. Este tercero no me proporciono muchas alegrías. Cuarto siempre es diferente. A menudo lo componen estudiantes que han pasado un año fuera, en un país de habla hispana y se apuntan a conversación para no perder la fluidez adquirida.

Este año los chicos de segundo ya han estado un año “sufriendo” la forma de enseñar que hemos implantado en TUFS, es decir, en las clases de conversación se habla sólo español, se trabaja en pequeños grupos, ponemos en práctica un enfoque comunicativo moderado.
¡Y se nota!
Hoy he tenido una prueba más. El primer año, cuando usé esta actividad resultó bastante mal porque para hacerla divertida son ellos quienes tienen que darle vida. Y eso es lo que han hecho los de segundo de este año.

FRUTAS 2
La actividad, que está en Nuevo Avance Básico, se ha desarrollado como sigue:

Los he puesto en parejas.
Cada pareja tenía que imaginar la historia que hay detrás de cada transformación. La única condición es que debían pensar en algo divertido, dramático, original… Y los he visto ponerse a ello con ganas, hablando español, consultando el diccionario de forma razonable o preguntándome. Tras unos siete u ocho minutos, les he preguntado si ya lo tenían, han pedido un minuto más y después hemos puesto sus historias en común.

Cuando una pareja exponía su historia, yo destacaba la parte más interesante o les llamaba la atención sobre la construcción de las oraciones.
Nos ha servido además para practicar el verbo de cambio ‘convertirse en’, y la oración de relativo con ‘que’, ya que debían introducir su presentación así: Aquí tenemos un/ una…. que se ha convertido en…., porque/ para…/ para que…(de manera natural han necesitado para que + subj.,  cosa que no corresponde al nivel A2, pero que han estudiado en la clase de gramática que es impartida por el profesorado japonés), y por supuesto que lo han usado, titubeando, pero lo han hecho.

He aquí algunas de sus interpretaciones.

Primera imagen:

Una pareja: Tenemos un tomate y una naranja que se han convertido en novios. Pero su amor es imposible porque una reja los separa.

 Otra pareja: Tenemos un tomate y una naranja que están separados por el muro de Berlín. Por eso no pueden amarse.

 Segunda imagen:

Tenemos una persona que se ha convertido en protectora de las naranjas para que no hagan zumo con ellas y no mueran.

Tercera imagen:

Les ha resultado difícil, no se les ocurría nada, pero justo cuando sonaba el timbre, un estudiante ha dicho: tenemos una manzana que se ha convertido en un hombre, que se ha cortado demasiado el pelo.

Cuarta imagen:

Este limón está haciendo pis /zumo sobre las pastillas porque está enfadado porque siempre lo exprimen para dar sabor (a las pastillas).

Séptima imagen:

Tenemos un hombre que se ha convertido en la mano de un kiwi para poder pedir sin tener vergüenza.

Octava imagen:

Esta pera se ha convertido en guitarra para que el sonido sea más dulce y rico.

Los he felicitado y he visto en sus caras la satisfacción del esfuerzo recompensado. Y esto incluye a dos estudiantes no muy buenos y callados que hoy han brillado por su imaginación.

Hay uno que es un caso difícil. No ha dicho nada de nada. Habrá que buscar más para repescarlo.

Otra cosa llamativa es que aquí el curso empieza en abril y termina en febrero. Los meses de agosto y septiembre son un parón considerable en el proceso. Sin embargo, este año todos los primeros y segundos han vuelto con ganas y sin haber perdido tanta fluidez y conocimientos como mis compañeros y yo creíamos. Algo debemos estar haciendo bien, aparte, claro está, de los méritos mismos de los alumnos y alumnas.

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Un pensamiento sobre “Fuera estereotipos. El alumnado japonés puede usar la imaginación en clase

  1. Ángela Forero Durán

    Sin duda, una clase divertida siempre motiva a aprender. ¿Tienes programado algún taller para profesores en los próximos días? Si es así, por favor avísame, me gustaría escucharte. (Soy Ángela de Colombia, nos conocimos en mi Embajada)
    Saludos.

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