Pues aquí estoy desde el domingo. Helena y Mario estaban esperándome en el aeropuerto y juntos vinimos a casa de Kimi, en Fuchu. Una zona muy agradable en la que me gustaría vivir porque desdice esa imagen del Tokyo lleno de gente que va de un lado para otro. Hay animación, sí, pero sin estrés. Y muy cerquita está el templo de Okunitama, en la foto, vemos el tori de entrada. Además, esta zona tiene de todo en un radio muy próximo: desde grandes almacenes hasta pequeñas tiendas, que dan una sensación de “barrio de toda la vida”.
Pero yo tendré mi propia casa a partir del día 2. Me dicen que la zona es estupenda, con todo lo que pueda necesitar y muy animada. Estoy deseando ir.
Cosas que me han sorprendido al llegar: la abundancia de gente de todas las edades en bicicleta; bien para no contaminar. La parte menos agradable es que van por las aceras, cosa que todo el mundo toma con naturalidad, pero que a mí no me gusta demasiado.
Otra sorpresa en relación con el tráfico: actualmente aquí no puedes comprarte un coche si antes no demuestras que tienes garaje donde guardarlo. ¿Os imagináis una ley así en Madrid o Barcelona?
Siguiendo con el tema de los transportes, debo decir que los trenes serán mi gran reto. Los encuentro complicados, la verdad. Tendré que ir con chuletas al principio.
Con respecto a la gente, se confirma la sensación que tuve cuando vine hace un año: son amables y te ayudan todo lo que pueden.
Estos días primeros los estoy empleando en hacer gestiones como inscribirme en el ayuntamiento o abrir una cuenta… Siempre acompañada por estas estupendas amigas, que me están haciendo sentir tan arropada.
Mañana nos reunimos por primera vez el grupo de GIDE en mi zona: Kichijoji. Me hace mucha ilusión volver a encontrarme con ellas y algún él, aunque a varias las vi en Madrid. Tendremos reunión de trabajo y luego cenita de bienvenida. ¡Me apetece más…!
Y para terminar una metedura de pata típica de quien no domina el idioma: me iban a presentar a la esposa de un profesor que trabaja en la universidad en la que voy a enseñar yo. Me pongo a practicar “Hajimemashite”, que es la fórmula para la primera vez que ves a alguien. Y lo que me sale es “Itadakimasu”, que es el equivalente a nuestro “Que aproveche”. Bien es cierto que luego íbamos a cenar juntos, pero me adelanté un poquito ¿no?