El viernes 13 de mayo tuvo lugar el webinario El pacto de clase organizado por la comunidad TodoEle en el que me invitaron a participar. Yo propuse como tema el título de esta entrada.
Agradezco desde aquí a los y las participantes su asistencia e intervenciones y a Carlos su ayuda técnica.
Las preguntas que planteé para el comentario y el debate son estas y las dejo en el aire por si os interesa comentarlas:
- ¿Cómo es el ambiente de esta clase? ¿Cómo se ha llegado a él?
- ¿Qué le falta a este profesor?
- En su forma de plantear los contenidos, ¿tiene en cuenta quiénes son las personas que están esa clase?
- ¿Qué le falta al alumnado?
- ¿Es significativo lo que están « estudiando»? ¿Se podría presentar ese mismo contenido de otra manera?
- ¿Qué sentido tiene que el profesorado en general haga preguntas cuya respuesta ya sabe? ¿No sería mejor que alternara estas con otras que realmente pudieran interesar al alumnado?
Cuando vi la película entera, al salir, la mayoría de las personas criticaban la actitud del alumnado, su falta de interés, su mala educación, etc. A mí me habría gustado establecer un debate allí mismo, a la salida del cine, para preguntar si no es la reacción lógica ante un sistema educativo que sigue siendo fundamentalmente reproductor; que no da la palabra al alumnado para pactar con él y conseguir así que se involucre en su proceso de aprender.A propósito del papel reproductor de la escuela, conté brevemente el cuento de Helen Buckley «La flor roja con el tallo verde» . Si lo leéis, entenderéis enseguida a qué me refiero.
Durante el webinario de ayer, Francisco planteó una pregunta que, en mi opinión, podrían haber hecho muchos docentes: «Pactar con el alumnado no significará que se perjudique a quienes desean mejorar, ir más deprisa»? Y es que yo creo que cuando hablamos de ‘pactar’ entendemos siempre que el profesorado pierde poder; que se renuncia a los contenidos. Y no es eso o yo no lo he vivido así:
El pacto de clase sirve para:
- Crear complicidad
- Resolver conflictos
- Favorecer la motivación intrínseca y la autoestima
¿Qué es?
- Una manera diferente de establecer relaciones en el aula
- Un compromiso de acuerdo que afecta a las personas involucradas en la clase para conseguir unos objetivos que interesan a todas
- Debe negociarse y renegociarse
- Debe incluir complicidad y empatía, por un lado, y explicitud por otro, para alcanzar un clima positivo de aprendizaje.
¿Cómo se hace?
Habrá que plantearse de forma explícita:
- El análisis de la situación: se habla libremente de lo que se percibe y que es susceptible de mejora
- Los objetivos: la finalidad del pacto o contrato: mayor participación; mejorar el trabajo en grupo; realizar actividades fuera del aula…
- La metodología: qué aspectos se negociarán; cómo se trabajará en clase y fuera de ella.
- Los recursos: cómo se va a poyar el trabajo autónomo.
- La evaluación: se explicarán claramente los criterios para la misma. Esta debe basarse en los principios que se deducen de la imagen siguiente
Si la prueba es igual para todos estos animales, está claro que unos tendrán más posibilidades que otros. ¿No es de esto de lo que nos habla Howard Gardner y sus inteligencias múltiples? Esta imagen también suscitó comentarios porque debemos aprender a preparar pruebas que midan otra cosa que contenidos memorizados y listos para servir en una examen. Afortunadamente se está andando por ese camino ya.
La pregunta obvia que viene a continuación es: «Pero ¿esto es posible?»
La respuesta para mí es que sí con algunos retoques a nuestra manera de concebir la enseñanza. Practicando lo que yo llamo «la mirada divergente». Aquí van algunas ideas para mirar de otra manera:
- Desembarazarnos de los lugares comunes
- Cuestionar y cuestionarnos
- Hacernos preguntas
- Sentir curiosidad
- Utilizar los cinco sentidos
- Explorar
- Abrirnos al mundo
- Escuchar al otro / al alumnado
- Confiar más en lo emocional
¿Qué y cómo pactamos?
Mi consejo es que se debe empezar por cosas sencillas para acostumbrar al grupo a asumir compromisos y cumplirlos; y lo que es más importante, a admitir que se reclame lo no cumplido.
He aquí una forma de hacerlo que yo he probado en numerosas ocasiones.
Nivel del grupo: cualquiera porque puede realizarse en lengua materna.
Normas para el buen funcionamiento de las clases: reglas del juego de aprender.
Procedimiento:
- La clase se divide en parejas
- Se les reparte una tabla como la que tienen a continuación. Deben rellenarla poniéndose de acuerdo sobre las normas que van a defender
- Se comentan los resultados y, en grupo, se establecen las «reglas del juego» definitivas
- Estas reglas pueden modificarse a lo largo del curso.
Y no olvidemos que si no nos lo creemos, no será posible.
Estoy interesado en hablar con usted, y no se como enviarle un correo privado mediante este blog, ni lo encontré en otras paginas.
MI correo es colomet (arroba) hotmail.com, espero su correo para poder entrar en contacto con usted.
Muchas gracias
Pues a mi me han gustado mucho las intervenciones del chico este … Francisco.
😛
Sí, ese chico, Francisco, dijo cosas muy sensatas 🙂
Me parece una reflexión interesantísima, Concha.
He practicado el “pacto de clase” en el instituto y mi experiencia me dice que, si ampliamos el compromiso -o, al menos, la información- a las familias, obtendremos mejores resultados. Hay que tener en cuenta que hablamos siempre de lo apegados que están/estamos al modelo reproductor de contenidos, pero… ¿y las familias?, ¿qué imagen tienen de la escuela? Los comentarios de la salida del cine dicen mucho de la imagen que de ella tiene la sociedad.
Si llegamos a un acuerdo sobre metodología o evaluación, por ejemplo, hemos de contar con el apoyo de la familia, ya que corremos el peligro de que se relativice o se minusvalore nuestro trabajo (a mí, al menos, me sucedió).
Muchas gracias, querida Concha, por esta entrada. Comparto plenamente tus reflexiones.
Y mil gracias a ti por enriquecerla. Tienes toda la razón. Cuando se trata de niños y niñas y de adolescentes, el papel de las familias es fundamental. De hecho, en todas las películas sobre clases difíciles, siempre -simbólicamente- se acude a la casa de algún alumno o a alguna alumna para tratar de ayudar a mejorar la situación. Estoy mil por cien de acuerdo con un pacto con las familias. Me propongo hacer otra entrada que incluya esta idea tuya ¿te animas a que la hagamos conjuntamente?
Será un placer.
Hola Concha,
Mil gracias por su conferencia. Estoy trabajando en mis programas para el Otono 2011 y voy a integrar esto del pacto en la clase. Gracias por sus valiosos consejos.Saludos! Marianela D. Davis
¡Cuánto me alegro! Gracias por decírmelo. Es estimulante saber que el trabajo de una ayuda. Cuando lo pongas en práctica, si tienes tiempo, cuéntame qué tal te va.
Un abrazo