Empecé este blog con unos comentarios sobre mi viaje y mi estancia en Japón. Volví cautivada, sorprendida, rodeada de hermosos recuerdos tanto por las personas conocidas, como por lo visto y experimentado.
Hoy, tras las terribles noticias, tengo el corazón encogido aunque sé que nada le ha ocurrido a la gente que conozco, pero no puedo dejar de «ver» una y otra vez esa ola -nada poética, como la de Katsushika Hokusai– que arrasó las costas.
Vaya desde aquí mi pequeño homenaje recordando y reviviendo.
Estoy con vosotr@s.