La última entrada de este blog fue hace más de un mes. Tenía la buena intención de hacer un balance del año 2011 antes de que terminara, pero estaba tan, tan cansada que me resultó imposible. Y es que el año pasado fue muy ajetreado. Además de las clases virtuales y las presenciales, viajé mucho, conocí sitios nuevos y volví a otros familiares. Se completó la serie de Nuevo Avance y se publicó el libro Materiales, estrategias y recursos para la clase de español como segunda lengua.
Veamos dónde estuve. Estuve por primera vez en Moscú y San Petesburgo. Para trabajar y para hacer un poco de turismo.
Luego fue Suiza. El país lo conocía, pero el rincón donde di el curso no. Como ya hice una entrada sobre este viaje, no me voy a repetir.
También estuve en Bonn. Ciudad desconocida para mí. Íntima, abarcable. Una sorpresa. La primera impresión fue la calidez del grupo.
Coincidimos con una celebración en honor a Beethoven.
Paseé por lugares más propios de una ciudad de provincias que de una capital.
Y algunos rincones me recordaron Japón u otros buenos momentos en restaurantes cálidos.
También descubrí Ámsterdam, donde encontré a amigas y conocí personas con las que me sentí muy a gusto.
El taller sobre turismo fue gratificante por el interés y la participación de quienes asistieron.
Ámsterdam me pareció una ciudad preciosa, llena de rincones por los que pasear. Tuve mucha suerte con el tiempo, pues a pesar de que el cielo estaba gris, el sol aparecía de vez en cuando. Y ¿qué decir de los canales? Me quedó la sensación de que tengo que volver para conocer esta ciudad más a fondo y visitar sus museos.
Y otro de los descubrimientos de 2011 fue la ciudad portuguesa de Évora. Otro lugar por el que pasear y gozar de rincones entrañables, bellos.
También allí me encontré con personas conocidas y conocí a otras. Esta vez el motivo del viaje fue un taller sobre gramática y pragmática.
Y se me ocurre algo que seguramente ya hacéis en vuestras clases, pero por si acaso aquí va la idea. ¿Por qué no pedís a vuestros alumnos y alumnas que elaboren un álbum de recuerdos como este, poniéndose de acuerdo sobre qué fotos elegir. Ellos tendrían que hacerlo en parejas y deberían seleccionar fotos personales que ilustraran un tema -un viaje, unos paisajes, la infancia…-. En esa discusión se produciría lengua de forma natural. También deberían escribir el pie o la introducción a las fotos. Si tenéis un blog de la clase, mejor.
He disfrutado como chancho en barro de tus dos últimas entradas. Me han encantado. Con tu permiso las voy a usar en mis clases el próximo semestre.
Originales e incentivadoras. Se agradecen.
Hola, Bozo:
Gracias por pasarte por aquí. Me alegra que hayas disfrutado. Y por favor, si usas estas sugerencias, cuéntame que tal te fue, ¿vale? Un abrazo desde un Madrid bastante frío aunque luminoso.