Reflexiones compartidas: el silencio en clase

En el chat del otro día nos planteamos la posible importancia del silencio en las clases de ELE/EL2. ¿Qué hacemos, cómo nos sentimos ante quienes no hablan o hablan poco?
Se demostró que a tod@s nos cuesta aceptar ese silencio porque siempre lo entendemos como falta de interés o como muestra de dificultades de otro tipo.

Mi objetivo al plantear esa pregunta era que tratáramos de ver con ojos diferentes a esas personas que por diversas razones: personales, culturales, de inseguridad ante lo nuevo o un grupo numeroso…, no participan, lo que no significa siempre que no tengan nada que decir o que «pasen» de nuestra clase.

Lo cierto es que sirvió para pararnos a pensar -cosa tan importante y poco frecuente hoy en día- aunque no resolviéramos nada.

Os cuento ahora un truquito de hace muchos años ante una situación de silencio continuado de un grupo, cuando en mis clase yo estaba acostumbrada a que todo el mundo participara.
Un día llegué a clase afónica y pedí ayuda para darla clase. Dos alumnos se ofrecieron voluntarios e hicieron el trabajo: comentar el artículo periodístico que teníamos para ese día. Sus compañer@s colaboraron y participaron. Otro día hablamos de la diferencia de comportamiento y me hicieron ver por qué yo no había conectado con ell@s y yo les expliqué mi postura.

Lo que nunca les conté fue que la afonía fue fingida. A eso lo llamé «silencio pedagógico».
Otro día hablaremos de la «tos pedagógica».

4 comentarios en «Reflexiones compartidas: el silencio en clase»

  1. anaarjona

    Soy Ana Arjona, alumna del “Experto”. De nuevo por estos lares, hoy he podido entrar en tu blog y me parecía interesante interactuar al respecto.
    Me ha encantado lo de la “tos pedagógica”, es ideal y al mismo tiempo muy divertido porque pienso que los alumn@s al mismo tiempo que les lanzas esa indirecta pasas a hacer ese pequeño inciso sobre la corrección de la palabra/s y así o bien se autocorrigen como bien citas Concha o lo hacen por medio de la lista que ya tenéis establecida en la clase.

  2. anaarjona

    Por otro lado al respecto del “silencio pedagógico”, no soy partidaria de una clase silenciosa en las clases de 2L. Aquí el alumnado debería de estar interactuando y comunicándose de continúo. Estas clases no son clases como las estipuladas para un alumn@ de lengua materna y la interacción es fundamental. Por supuesto opino que cuando la tarea a realizar es de concentración y ejercicio individual en interacción con el texto, libro, etc., entonces si es necesario que el estudiante utilice el silencio para una mayor concentración y mejor realización de la tarea. Muy bueno el ejemplo del “silencio pedagógico” que también citas a partir de tu experiencia profesional. Los alumn@s o bien por activa o por pasiva necesitan ese impulso para afrontar a veces su miedos a romper el hielo y hablar y que tú con esa estrategia lograste para que ell@s pudieran dar la lección exponiendo probablemente mucho más de lo que sabían sobre la lengua porque en algunos momentos creo que muchos de nuestros alumn@s tienen mucho más dentro pero por miedo a cometer errores o risillas o situaciones de vergüenza no se atreven a hablar tanto como podrían. Hablar en clase de 2L es importante y los tutores tenemos que romper con esa vergüencillas para que los estudiantes se atrevan a hablar y expresarse con sus propias construcciones cada vez más.
    ANA (Arjona)

  3. Anonymous

    Bien hecho, Sr. Moreno. Usted siempre llega a la meta de la buena Profesora. Por su pedagogia aprende usted que los estudiantes van con rumbo a la intencion de lecciones. Usted Sr. bien sabe que a veces alguien no puede revelarse mentalmente, asi que creo que diga usted que hay que guardar un as en la manga para llegar a la intencion de buenos professores. He dicho. Digo,”Sra. y no Sr. perdona,por favor.

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