Actividades pre y cuasi comunicativas

Actividades pre-comunicativas
Para William Littlewood (1996), las actividades pueden ser pre-comunicativas, cuasi-comunicativas y comunicativas. En las primeras, se seleccionan elementos determinados de conocimiento o destrezas de la habilidad comunicativa y así se ejercitan por separado. Son prácticas de aprendizaje que se apoyan en la repetición, la transformación de modelos, en preguntas y respuestas, etc. Según Littlewood, con este tipo de actividades se persigue llegar a dominar el sistema lingüístico más que comunicar significados en la lengua objeto. Opino que las citadas actividades, denostadas durante el apogeo del enfoque comunicativo, pueden resultar de gran utilidad para transmitir seguridad a los aprendientes antes de pedirles que se expresen libremente. Y si están bien elaboradas, permiten su reutilización para averiguar cuál sería el contexto adecuado para decirlas, con lo cual vamos ayudando a los alumnos a familiarizarse con la idea de los diferentes contextos. Ya digo que si esas actividades están bien elaboradas, al colocarlas en un contexto de emisión, necesitarán un tono apropiado, un gesto, algo que las llene de vida.
Dependiendo del entorno sociocultural de los mismos o del estilo personal de aprendizaje, manifestar opinión, gustos, preferencias, etc., de forma individual y delante de todo el grupo, arriesgándose a cometer errores y ser juzgados, puede ser tan frustrante que bloquee la participación activa de esas personas. Por lo tanto, defiendo que por encima de la fidelidad a los principios de cualquier enfoque metodológico, está el logro de quienes están aprendiendo.
Actividades cuasi-comunicativas

Siguiendo al mismo autor, diremos que cuando una práctica trata de establecer una conexión entre las formas de la lengua y sus significados, estaremos ante actividades  cuasi-comunicativas. Con ellas se asocia la forma con su función y con la situación en que se produce, es decir con su contexto.
Con los diálogos abiertos y los diálogos con pautas comenzamos a entrar en el ámbito de las actividades que implican el desarrollo de papeles creativos. (Littlewood, 1996:13).

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